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Resumen

Presentamos un artículo que reúne los resultados de grandes estudios epidemiológicos realizados en los EE.UU en los últimos 20 años. Nos permite conocer las principales causas de ceguera, así como plantear su utilidad en la práctica clínica habitual de estos datos.

Prevalencia de trastornos oculares asociados a la edad y su impacto en la visión

La prevalencia indica el impacto de una enfermedad en un lugar y un tiempo determinado. Su conocimiento es necesario para la planificación de los recursos sanitarios, también nos permite un mayor conocimiento de la calidad de vida de la población. La prevalencia de patología ocular muestra grandes diferencias en función de diferentes variables tales como edad, raza, sexo y nivel socioeconómico.

En ocasiones, diferentes grupos investigadores encuentran distintos resultados en estudios de prevalencia, ésto puede ser debido al uso de diferentes protocolos de definición de enfermedad como por ejemplo ocurre en la DMAE. Se han incluido en el estudio, distintos trabajos transversales de tipo epidemiológico realizados en los EE. UU en los últimos 20 años.

En este trabajo se describe la prevalencia de DMAE, glaucoma, catarata y retinopatía diabética, y la disfunción visual que éstas producen utilizando datos de diversas fuentes.

Los pacientes reclutados para obtener estos datos serán mayores de 40 años, siendo el principal propósito del estudio la planificación sanitaria en los próximos 20 años.

Resultados

Las estimaciones varían según los estudios. Las estadísticas van desde 0’8% de prevalencia de atrofia macular geográfica a 18% de prevalencia de catarata en mayores de 40 años. La disfunción visual aumenta con la edad y es mayor en negros e hispanicos que en sujetos de raza blanca.

El impacto visual más significativo, se le atribuye a la catarata en negros e hispanos, mientras que en blancos es atribuido a la DMAE. La segunda causa de disfunción visual fue el glaucoma en la raza negra; DMAE, catarata y retinopatía diabética en hispanos; y catarata en blancos.

La autopercepción de mala visión fue globalmente del 9’3%, aumentando con la edad, desde 5% en gente de 40 a 50 años hasta 23% en gente mayor de 75 años. Más frecuente en mujeres que en hombres e inversamente relacionada con el nivel socioeconómico.

La prevalencia de disfunción visual fue mayor en sujetos de raza negra que en hispanos, y mayor en hispanos que en blancos. La tasa global de ceguera en adultos en Estados Unidos en el año 2002 fue del 0’3%.

En el año 2000 había, en EE.UU, 21 millones de personas con catarata y 7 millones con afaquia o pseudofaquia. La prevalencia de esta patología también es mayor en mujeres y está fuertemente relacionado con la edad, encontrando mayor tasa en blancos que en negros, esto podría ser debido a una mayor frecuentación de los sujetos de raza blanca por la consulta del oftalmólogo.

En el año 2000 la prevalencia de glaucoma primario de ángulo abierto fue del 2% de la población. El número de afectados es mayor en mujeres que en hombres que se va igualando con la edad, asimismo, la tasa de esta patología fue 4 veces más frecuente en negros que en blancos.

Están descritos en EE.UU 1,75 de terminal en el año 2000, y 7,3 millones se encuentran en algún estadio de la enfermedad. La tasa de ceguera legal debida a esta enfermedad, representaba un 0’8% de la población. Merece también la pena resaltar que el diagnóstico de cualquier forma de DMAE es dos veces más frecuente en blancos que en negros.

La retinopatía diabética es la causa más frecuente de ceguera legal en el grupo de edad de 18 a 64 años. Su prevalencia ha cambiado en los últimos años debidos a los avances en el control de los niveles glucemia, lipidemia e hipertensión arterial en la población general. La tasa de retinopatía diabética en los sujetos con esta patología es del 40% de los cuales, el 20% presentan algún tipo de signo del tipo proliferativo (neovascular) y por tanto en gran riesgo de desarrollar complicaciones, tales como hemovitreo o edema macular, comprometiendo, por tanto, su función visual. En cuanto al predominio racial, es más tres veces más frecuente encontrar RD en negros que en blancos. No existe prevalencia con el sexo. Si que existe, sin embargo, gran relación directamente proporcional entre RD, el tiempo de evolución y su control metabólico de la enfermedad.

Conclusión

El conocimiento de los datos epidemiológicos sobre la etiología de los transtornos que causan disminución de la visión en una población, se antojan imprescindibles para la correcta distribución de los recursos sanitarios y conocer el impacto en la calidad de vida de nuestros pacientes.

AUTOR:
Santiago Pérez Martín.
Médico Residente de Oftalmología.
Hospital Universitario Pio del Rio Hortega, Valladolid

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