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Autores del artículo original

Parekh M, Ruzza A, Ferrari S, Busin M, Ponzin D. Am J Ophthalmol 2016; 165:102-25.

 

Resumen

Objetivo: Determinar la viabilidad de los tejidos endoteliales precargados para DMEK.

Métodos: Se trata de un estudio de laboratorio en el que se trabajó con 20 córneas donantes no aptas para trasplante con recuento endotelial entre 1600 y 2700 células/mm2. Se peló el complejo MD-endotelio, se trepanó con un diámetro de 8,5 mm y se plegó manualmente en tres con el lado endotelial para dentro. El complejo se trasladó a un cartucho de lente intraocular de 2,2 mm y se introdujo en el túnel usando unas pinzas 25G. El cartucho se llenó con medio de conservación, se tapó su vía de entrada y salida y se conservó durante 4 días a temperatura ambiente en botes que contenían medio de conservación. Las variables medidas fueron la tasa de éxito de preparación del tejido, el tiempo de procesado, la pérdida endotelial y el metabolismo.

Resultados: Los tejidos fueron disecados y cargados exitosamente en todos los casos. El tiempo medio de pelado y cargado fue de 20 y 4,5 minutos, respectivamente. La pérdida de células endoteliales tras la conservación fue de 4,35%, con 3,55%±5,89% de mortalidad y 7,8%±14,12 de aéreas no cubiertas. Un total de 0,55±0,26 mg/mL de glucosa fue consumida por la células mostrando metabolismo activo.

Conclusiones. Los tejidos plegados de DMEK pueden ser precargados usando medio de conservación en un cartucho de LIO y almacenados hasta cuatro días con un daño endotelial limitado. La inyección directa de medio de conservación debe ser evitada, pues contiene suero bovino, pero el tejido puede ser lavado usando BSS y después inyectado suavemente, De forma alternativa, puede ser desplegado empleando una técnica pull-trough bimanual. Los lentículos de DMEK precargados simplificarán la cirugía de forma reproducible, con reducción del tiempo quirúrgico, del tejido malogrado, de los costes y de las necesidades logísticas.

Comentario

Con la popularización de las técnicas de trasplante endotelial, la preparación de los tejidos empleados en las mismas gana trascendencia, mas en aquellos casos en los que el tejido es precortado por un banco de córneas. En algunos casos, se ha ido un paso más allá, y ya se trabaja con tejidos precargados para DSAEK y UT-DSAEK. La precarga del rulo de DMEK, sin embrago, es más compleja, pues el complejo MD-endotelio tiende a plegarse con el endotelio hacia fuera, permitiendo el contacto de las células endoteliales con las paredes de su recipiente, lo que puede dañar el endotelio. Los autores proponen, para evitar este problema, plegar el rulo con el endotelio hacia dentro, protegiendo las células endoteliales.

La técnica de extracción del complejo MD-endotelio era la estándar, tras lo que se trepanaba con un trépano de 8,5 mm. El rulo se introducía entonces en un cartucho de LIO de 2,2 mm (Viscojet), se bañaba en medio de conservación y se cerraba el cartucho por delante y por detrás antes de introducirlo en un bote con medio de conservación durante 4 días.

Los resultados arrojaron una pérdida endotelial durante los 4 días de preservación del 4,35% y una mortalidad del 3,55±5,79%. Se apreció una curva de aprendizaje en el manejo de los rulos, con menos áreas descubiertas de células endoteliales conforme aumentaba la experiencia del manipulador. Solo hubo un caso de plegado in apropiado del rulo, adoptando una forma en S que dejó medio endotelio hacia fuera, en contacto con el cartucho. Ese medio rulo mostró una mortalidad cercana al 100%, demostrando la importancia de un buen plegado con el endotelio hacia dentro para aumentar la viabilidad endotelial. Los autores no aclaran si los resultados medios de pérdida y mortalidad endotelial incluían ese rulo, puesto que sin duda aumentaba la media.

Los autores defienden el empleo de una técnica de pull-trough para introducir el rulo en el ojo, lo que es controvertido, pues no es la técnica más empleada hoy en día. Al no poderse inyectar dentro del ojo el medio de conservación, debe lavarse el mismo dentro del propio cartucho con BSS, lo que puede dañar las células endoteliales y alterar el plegado del rulo. Quizá sea mejor actuar como si el rulo hubiese sido introducido directamente en el medio: vertiendo el rulo en un bote de cristal, lavando el mismo un par de veces y tiñéndolo con azul tripan.

 

Conclusiones

Los resultados del estudio abren una interesante vía para la preparación de tejido para DMEK. Tener el rulo preparado reduce el estrés del cirujano, el número de suspensiones y el tiempo quirúrgico. Así, el desarrollo de técnicas de preparación y precargado, como en este caso, del rulo es prometedor, aunque requiere confirmación de su aparente viabilidad tras su evaluación clínica.

 

Firma del Autor

Pedro Arriola-Villalobos
Hospital Clínico San Carlos. Madrid

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