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Autores del artículo original:

Coral Ghanem R, Ferreira da Costa J, Coral Ghanem V

Resumen del artículo:

Objetivo: Describir el uso tópico de tacrolimus 0.03% en pacientes con infiltrados subepiteliales (SEIs) post-queratoconjuntivitis adenovírica (AK) resistentes al descenso de dosis de corticoides tópicos.

Métodos: Estudio prospectivo no randomizado no comparativo en pacientes con SEIs post-AK que fueron incluidos de forma consecutiva. Los pacientes tenían SEIs activos y AVMC de 20/25 o peor al inicio del tratamiento. Se consideró éxito terapéutico cuando los SEIs disminuyeron y la AVMC se estabilizó o mejoró. Se consideró fracaso si los SEIs aumentaron o el paciente no toleró el tratamiento con tacrolimus.

Resultados: Se incluyeron 7 pacientes (10 ojos). La duración media del tratamiento con tacrolimus fue 8.8 ± 2.4 meses y la duración media del seguimiento 13.6 ± 10.7 meses. El tratamiento resultó exitoso en 8 ojos de 6 pacientes. Un paciente no pudo tolerar la medicación. La AVMC mejoró de forma estadísticamente significativa desde 0.29 a 0.07 (logMar) (p=0.001). No se registraron cambios en la PIO. La puntuación de SEIs se redujo desde 2.20 ± 0.92 hasta 0.25 ± 0.46 (p=0.011). Todos los pacientes que completaron el tratamiento mejoraron de los síntomas.

Conclusiones: Tacrolimus tópico 0.03% se ha mostrado efectivo como agente ahorrador de corticoides para el tratamiento de los SEIs tras AK.

 

Comentario al artículo:

La queratoconjuntivitis adenovírica (AK) es una de las infecciones oculares externas más frecuentes. Es altamente contagiosa y se suele presentar a modo de brotes epidémicos. 7-10 días tras el inicio de la conjuntivitis, algunos pacientes desarrollan queratitis, seguida por SEIs, que pueden persistir meses o años y causar deslumbramiento, fotofobia y pérdida de visión. La patogénesis de los SEIs parece relacionarse con la replicación viral dentro de los queratocitos subepiteliales que desencadena una respuesta inmune por parte del huésped. El tratamiento tópico esteroideo resuelve las opacidades, pero éstas usualmente recurren cuando el corticoide es retirado. Además, el uso prolongado de corticoides puede causar efectos adversos serios como glaucoma, catarata e infecciones corneales. El tacrolimus (FK-506) posee actividad antiinflamatoria e inmunomoduladora que ha demostrado ser 100 veces superior a la ciclosporina. A nivel tópico ocular ha demostrado su eficacia en diferentes cuadros inflamatorios y alérgicos como queratoconjuntivitis atópica, vernal, papilar gigante, trasplantes corneales de alto riesgo y ojo seco severo.
El propósito de este estudio es evaluar la eficacia del tacrolimus tópico en el manejo de los SEIs post-AK refractarios al descenso de dosis de corticoides tópicos. Se empleó tacrolimus 0.03% sin conservantes diluido en aceite de oliva. En todos los casos, los pacientes habían presentado SEIs que habían reaparecido tras la retirada del corticoide tópico que previamente habían recibido. La duración de los SEIs oscilaba entre 6 meses y 2 años. En todos los casos se inició el tratamiento con tacrolimus 0.03% 2-3 veces al día de forma simultánea con un corticoide tópico que se fue retirando en el transcurso de 3 semanas. El tacrolimus se mantuvo al menos 6 meses.
En esta serie de casos, tacrolimus se consideró efectivo en la reducción sostenida de la infiltración celular en la córnea y la disminución de los SEIs, así como en la mejoría de la AVMC. La tolerancia fue adecuada en el 87.5% de los ojos, excepto en un paciente que no toleró el tratamiento; si bien los pacientes reportaban irritación transitoria después de aplicar el colirio durante 5-15 minutos. Se produjo recurrencia de los SEIs en 3 de los 8 ojos que completaron el tratamiento, y todos ellos evolucionaron favorablemente después de reiniciar el tratamiento con tacrolimus.
El efecto inmunomodulador del tacrolimus ha sido comparado favorablemente con ciclosporina en otras patologías inmunomediadas de la córnea y la superficie ocular.

Conclusión:

Tacrolimus 0.03% tópico se ha mostrado seguro y efectivo en la mejoría de los signos y síntomas relacionados con los SEIs post-AK en esta pequeña serie de casos. A pesar de una leve irritación en relación con la instilación, tacrolimus se ha mostrado eficaz en el tratamiento a largo plazo de los SEIs y en la prevención de las recurrencias, así como en evitar los efectos adversos del tratamiento prolongado con corticoides tópicos. Los autores sugieren que sería interesante evaluar el papel del tacrolimus en esta patología en un estudio prospectivo y randomizado con un gran número de pacientes.

Autor del comentario:

David Diaz Valle.
Hospital Clínico San Carlos. Madrid.

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