Resumen
Objetivo: Evaluar los resultados clínicos y las complicaciones de las úlceras del escudo tras diversos métodos de tratamiento.
Comentario
La frecuencia de úlceras en escudo en pacientes con QCV en nuestro medio no es elevada, por el habitual buen control médico de los pacientes. Con todo, es importante conocer cual debe ser nuestra actitud terapéutica ante la existencia de tales úlceras, que, recordemos, se infectan de forma muy poco frecuente por la existencia de mediadores inflamatorios bactericidas en el lecho de la misma. El artículo presenta una larga serie de casos de pacientes con úlcera en escudo, que divide en tres grados según la clasificación de Cameron. Dichas úlceras fueron tratadas según su estadio clínico con tratamiento médico aislado, combinado con desbridamiento o combinado con TMA. Las úlceras de grado 1 recibieron tratamiento médico aislado. Las de grado 2 y grado 3 recibieron solo tratamiento médico o tratamiento médico combinado con desbridamiento, trasplante de membrana amniótica (TMA), o ambos. El tratamiento médico pautado fue de cromoglicato sódico 2% ó 4% cada 12 horas, corticoides tópicos (prednisolona o fluorometalona) de cuatro a ocho veces diarias (según la gravedad de la QCV) y lágrimas artificiales. El desbridamiento se realizaba según la técnica habitual.
Conclusiones
l estudio muestra que las úlceras de grado 1 responden correctamente en su mayoría al tratamiento médico aislado, con rápida respuesta de reepitelización (media de dos semanas y media) y baja incidencia de infección secundaria. Las úlceras de grado 2 llevan más tiempo de reepitelización y presentan complicaciones con más frecuencia, pero responden también al tratamiento médico aislado, consiguiendo reepitelización en el 88% de los casos. Con todo, la tasa de reepitelización fue superior en los casos en que se asociaba también desbridamiento (95%) o TMA (100%). Las úlceras de grado 3, sin embargo, muestran una pobre respuesta al tratamiento médico aislado (sólo un 17% de respuesta), pero una tasa total de reepitelización tras desbridamiento o TMA. En casos de evolución prolongada, puede ser necesaria una queratectomía superficial. Diferir el desbridamiento conlleva un retraso importante de la reepitelización, con las repercusiones visuales y en aumento de las potenciales complicaciones que ello conlleva.
AUTOR:
PEDRO ARRIOLA-VILLALOBOS.
Hospital Clínico San Carlos. Madrid.