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Resumen

La retinopatía de la prematuridad (Retinopathy Of Prematurity, ROP) es una causa de ceguera prevenible importante en los países desarrollados. Los protocolos de detección precoz actuales se basan en dos parámetros fundamentales, la edad gestacional y el peso al nacimiento. Aquellos prematuros que cumplen los criterios de inclusión son revisados una media de cinco veces, hasta que se objetiva que el proceso de maduración vascular de la retina ha finalizado sin riesgo de desprendimiento de retina o bien, reciben tratamiento. Dada la incidencia actual de partos prematuros y el alto número de revisiones necesarias, se ha planteado la necesidad de acotar más el pérfil de riesgo de desarrollo de estadíos avanzados de ROP, mediante la identificación de nuevos factores de riesgo.
Con este objetivo, el grupo de investigación WINROP (weight, IGF, neonatal ROP) puso en marcha un algoritmo de seguimiento que incluye la medición semanal de los niveles de IGF y de la ganacia ponderal. En el desarrollo de la ROP se identifican dos fases, la primera de hipoxia debido a la falta de vascularización, que da lugar a la segunda, de neovascularización. Este proceso estaría regulado por factores de crecimiento postnatales e influenciado por las condiciones nutricionales, comunes a otros procesos de desarrollo del niño y que quedarían reflejados en la ganacia ponderal.
En este artículo se analizaron restrospectivamente los datos sobre ganacia ponderal de 1706 prematuros nacidos en determinados centros con UVI neonatal de EEUU y Canadá. Las desviaciones entre la ganancia esperada y la observada se suman, y cuando la suma excede un límite para niños nacidos antes de la 30 semana gestacional con un peso inferior a 850 gramos salta una alarma, así como en aquellos niños por encima de esos límites pero que exceden el límite establecido antes de la semana 32 o aquellos con muy bajo peso para su edad gestacional al nacimiento. La alarma no saltó en 605 niños, de los cuales solo 2 desarrollaron ROP tipo 1 y fueron fotocoagulados después de la semana 40. La alarma saltó, en una media de tres semanas, en 1101 niños (64.5%); 145 de los cuales recibieron tratamiento a las 8 semanas de media. La sensibilidad de WINROP para detectar niños que requirieron tratamiento fue del 97% con un valor predictivo negativo del 99%. La especificidad sin embargo fue del 39% y el valor predictivo positivo del 13%.

Comentario

Una vez instaurado, en la mayoría de los centros especializados, un sistema eficaz de detección precoz y tratamiento de la ROP que evita las fases avanzadas de desprendimiento de retina, se sigue avanzando con el propósito de reducir las secuelas visuales y de mejorar la eficiencia del programa de screening.
Los resultados preliminares de la aplicación del algoritmo WINROP sugieren que la ganacia ponderal, en lugar del peso al nacer, podría optimizar, junto a la edad gestacional, el proceso de detección precoz. Sin embargo, hay que excluir de este sistema a aquellos niños con ganacias ponderales patológicas, como puede ocurrir por ejemplo en los que padecen hidrocefalia.
Las consecuencias de pasar por alto un caso de alto riesgo de ROP avanzada son tan graves, que los cambios en el sistema de detección para reducir el número de exploraciones deben garantizar la alta sensibilidad del sistema precedente aunque persista un alto número de falsos positivos, a modo de alarma en este caso.
En Suecia, ya se han implantado cambios en base a este sistema, y se estima que se han reducido el número de exploraciones en aproximadamente un 25%. El número de exploraciones se reduciría en el 65 % niños nacidos después de la semana 29 y en el 16% de los nacidos antes.

Conclusiones

Estudios más amplios y prospectivos son necesarios antes de que se actualicen las recomendaciones para la detección precoz de ROP en base a la ganancia ponderal. Además de que faltaría integrar las aportaciones de las determinaciones de IGF semanales. También hay que tener en cuenta que la implantación de estas variables supone pasar de dos datos sencillos de obtener, como son la edad gestacional y el peso al nacer, a introducir redes de seguimiento informatizadas y determinaciones sanguíneas específicas, con la complejidad y los costes que esto puede conllevar.

Autora:
Susana Noval Martín.
Sección Oftalmología Infantil.
Hospital Universitario La Paz.

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