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Autores del artículo original:

The VIP-HIP Study Group*

Writing Committee: Marjean Taylor Kulp, OD, MS, Elise Ciner, OD, Maureen Maguire, PhD, Bruce Moore, OD, Jill Pentimonti, PhD, Maxwell Pistilli, MS Lynn Cyert, PhD, OD, T. Rowan Candy, PhD, Graham Quinn, MD, MSCE, Gui-shuang Ying, PhD

Resumen

La hipermetropía de al menos +3.00 dioptrías (D) se presenta entre 4,4 y el 14,1% de los preescolares. Se debate si la amplitud de acomodación permite realizar tareas de manera sostenida sin que presenten síntomas, como cefalea o astenopia, y limitación en el rendimiento escolar. Estudios recientes señalan que el rango de acomodación en la infancia es menor del esperado, además en el periodo escolar la capacidad de acomodación parece ser más lenta que en los adultos, por lo que incluso hipermetropías leves pueden ser sintomáticas.

La hipermetropía se asocia a una capacidad visuespacial reducida, menor capacidad lectora y disminución de la concentración en niños pequeños. El objetivo del VIP-HIP es determinar si la hipermetropía no corregida entre +3.00 y +6.00 D, sin asociación a estrabismo o ambliopía, condiciona un peor aprendizaje preescolar de la lectura en comparación con los niños emétropes. La adquisición de la habilidad lectora se evalúa mediante la escala TOPEL (Test of Preschool Early Literacy), que está diseñado para detectar aquellos niños en riesgo de presentar dificultades en la adquisición de la lectoescritura.

Los autores diseñan un estudio transversal; seleccionan la muestra entre niños de 4 o 5 años que acudan a centros de educación infantil y que no habían usado corrección óptica anteriormente. Los niños elegibles son identificados a partir de centros que aplican programas de screening visual; siempre que es posible se seleccionan los niños hipermétropes y los controles emétropes de la misma clase y se excluyen aquellos con alguna adaptación curricular. Las exploraciones son realizadas por optometristas con experiencia trabajando con niños y usan equipamiento adaptado a la edad. A los niños incluidos en el estudio se les aplica el TOPEL, los investigadores que realizan el mismo son ciegos respecto a los valores refractivos de los niños que evalúan.

Se comparan los resultados del TOPEL en hipermétropes y emétropes mediante un análisis de varianza. El análisis de regresión lineal multivarianza analiza la asociación entre la hipermetropía y las puntuaciones en el TOPEL.

Los investigadores incluyen 492 niños (244 hipermétropes y 248 emétropes). Los grupos son homogéneos en cuanto a media de edad, sexo, nivel educativo de sus cuidadores, número de perceptores de becas, raza y etnia. El 89% de los niños estaban becados (Head Start). La media de la refracción es de +3.78 (±0.81) D en los niños hipermétropes y +0.51 (±0.48) D en los niños emétropes. La puntuación media en el TOPEL es significativamente menor en el grupo de hipermétropes (-5,9 P=0,004); en el caso de hipermetropía ≥6 D hay 6,8 puntos de diferencia a favor de los niños emétropes. No existe diferencia significativa al comparar los niños emétropes y los hipermétropes de entre 3 y < 4 D; tampoco entre éstos y los hipermétropes ≥4 D, aunque la puntuación ajustada disminuye a medida que aumenta el valor refractivo (P≥0.11). También se evalúa el papel de la acomodación, valores menores corresponden a peores resultados en el TOPEL aunque no hay diferencia significativa entre los grupos (P≥0.05).En los hipermétropes con agudeza visual (mejor que 20/40) no hay peores resultados en el TOPEL que en los emétropes; de manera similar no existe diferencia entre grupos si la estereopsis es mejor o igual a 240 segundos de arco. Tras el análisis de regresión multivariante, el único factor con asociación estadística con puntuaciones bajas en el TOPEL, es la estereopsis inferior a 240 segundos de arco.

Comentario

Existe una preocupación creciente por el fracaso de los sistemas educativos, por ello se hace necesario dilucidar las situaciones que pueden llevar a los niños a presentar mayores dificultades en la adquisición de las habilidades necesarias para un adecuado desempeño académico.

El screening visual básico, entendiendo como tal la detección precoz de niveles bajos de agudeza visual, puede ser claramente insuficiente a la hora de identificar a los preescolares con predisposición a presentar inconvenientes en su desarrollo neurocognitivo y, por ello, en la adquisición de la lectoescritura.El retraso o el fallo en la lectoescritura, a su vez, puede determinar el fracaso posterior del aprendizaje.

En este contexto cobra relevancia el papel del oftalmólogo, que no debe contentarse con la mera exploración de la agudeza visual, la motilidad y la refracción; la planificación de consultas oftalmológicas pediátricas centradas en la patología no evidente es un reto en la mayoría de los centros.

Englobar la oftalmología en el ámbito neurológico, con el que guarda íntima relación, permite entender la implicación de las alteraciones visuales en el desarrollo cognitivo en etapas precoces y planificar estrategias de intervención útiles.

 

AUTORES:

Dra. María Dolores Morillo Rojas

F.E.A. Oftalmología

Departamento de Glaucoma

Hospital General del S.A.S. de Jerez

 

Dr. Javier Benítez-del-Castillo Sánchez

Responsable Departamento de Glaucoma

Hospital General del S.A.S. de Jerez

Profesor Asociado de Oftalmología

Universidad de Cádiz

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