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Objetivo: Estudio prospectivo y randomizado para evaluar los resultados de la cirugía de pterigium con autoinjerto conjuntival fijado con adhesivo de fibrina versus fijación con un coágulo de la propia sangre del paciente. Resumen
Objetivo: Estudio prospectivo y randomizado para evaluar los resultados de la cirugía de pterigium con autoinjerto conjuntival fijado con adhesivo de fibrina versus fijación con un coágulo de la propia sangre del paciente.

Métodos: 20 pacientes con pterigium fueron randomizados a dos grupos (grupo I: escisión + autoinjerto conjuntival fijado con adhesivo de fibirna y grupo II: escisión de pterigium más autoinjerto conjuntival fijado con coágulo hemático del propio paciente).

Resultados: La duración de la cirugía fue inferior en el grupo I. La tasa de recurrencias fue del 10% en ambos grupos, pero algunas complicaciones como desplazamiento o retracción del injerto fueron superiores en el grupo de coágulo autólogo (10%), sin embargo la diferencia no fue significativa. Estas complicaciones se asociaron con injertos grandes.

Conclusiones. El estudio sugiere que el coágulo de fibrina autólogo es una alternativa útil en la fijación del injerto en la cirugía del pterigium. Esta técnica no presentó problemas postoperatorios si se emplean injertos pequeños o de tamaño intermedio adaptados al lecho.

Comentario

En la actualidad, el procedimiento de referencia para obtener el mejor aspecto cosmético y minimizar la tasa de recurrencias en la cirugía del pterigium es el autoinjerto conjuntival. El uso de adhesivo de fibrina ha ido ganando popularidad como técnica que permite obtener buena fijación del injerto, ahorrar tiempo quirúrgico y evitar las molestias postoperatorias relacionadas con las suturas. Los autores comparan de forma prospectiva y randomizada esta técnica con la fijación del injerto con un coágulo obtenido de la propia sangre del paciente. Las cirugías fueron realizadas por el mismo cirujano bajo anestesia peribulbar. La técnica de escisión fue realizada por el método de avulsión. El injerto conjuntival fue obtenido en la mayoría de los casos del sector superotemporal. El tamaño medio del injerto obtenido fue similar en ambos grupos (en torno a 4 x 6 mm). En el grupo I, el adhesivo de fibrina (Tissucol Duo®) fue preparado calentando el vial durante 20 minutos y esperando 1-2 minutos para conseguir una adherencia uniforme de las estructuras tras la colocación del mismo sobre el lecho del pterigium y el injerto con cánulas separadas. En el grupo II, la esclera desnuda tras la escisión del pterigium fue dejada que sangrara libremente durante 2-3 minutos y se colocó sobre ella el autoinjerto conjuntival permitiendo que ocurriera una adherencia espontánea del mismo. Se colocó cuidadosamente manteniendo la orientación del borde yuxtalimbar y se esperó 5-6 minutos a que se formara un coágulo de fibrina autóloga que permitiera una buena adherencia del injerto que era nuevamente comprobada tras retirar el blefaróstato y permitir el parpadeo del paciente. En el caso de existir una hemorragia activa abundante bajo el injerto, se realizó una compresión directa con un instrumento romo como una espátula de iris. En ambos grupos se realizó una oclusión compresiva y los pacientes fueron revisados el día siguiente. El tratamiento postoperatorio consistió en colirio de acetato de prednisolona 1% y moxifloxacino cada 4 horas la primera semana y reducción gradual en 1 mes. Se realizaron visitas en el día 1, día 4, semana 1, semana 2, semana 4, cada mes durante 3 meses y cada 3 meses hasta 1 año. Se definió recurrencia cualquier crecimiento conjuntival sobre la córnea que excediera 1 mm.

En cuanto a los resultados, el tiempo quirúrgico fue ligeramente superior en el grupo II (media de 17 minutos frente a 14 minutos del grupo I). El injerto mostró buena adherencia en el grupo II el primer día del postoperatorio salvo en un caso (10%) en el que se empleó un injerto más grande (6×8 mm) que apareció ligeramente desplazado. En un caso del grupo II se observó una leve retracción del injerto (0.5-1 mm). Ninguna de estas complicaciones requirió reintervención. En cuanto a las recurrencias, con un periodo de seguimiento de 1 año, se registró una recurrencia (10%) en cada grupo.

Los autores plantean este estudio para mostrar que el adhesivo de fibrina disponible comercialmente podría ser sustituido por la propia sangre del paciente, puesto que si se espera suficiente tiempo para que ocurra una colección hemática en la zona y que se establezca una adecuada adherencia entre la esclera desnuda y el autoinjerto conjuntival, los procesos fisiológicos y la posterior aposición de los párpados permiten una fijación adecuada del injerto, al menos en los casos en los que se emplean injertos de tamaño pequeño o intermedio. Además, el hecho de emplear un coágulo autólogo evitaría los riesgos infecciosos potenciales y los derivados del empleo de aprotinina bovina. A ello hay que añadir el importante ahorro económico que supone esta técnica en tiempos de crisis, y que evita la manipulación del Tissucol si se prevé emplearlo en cirugías consecutivas, así como potenciales problemas en relación con la esterilidad del preparado para cirugías múltiples.

Conclusiones

Los autores concluyen que la cirugía de pterigium con autoinjerto conjuntival empleando un coágulo de sangre autólogo como sistema de fijación puede ser empleada de forma segura sin riesgo significativo de pérdida del injerto o desplazamiento del mismo cuando se emplean autoinjertos de tamaño pequeño o medio, con una tasa de recurrencias comparable a la técnica estándar de fijación con adhesivo de fibrina comercial.

AUTOR:
David Díaz Valle.
Hospital Clínico San Carlos. Madrid.

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