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Resumen:

Los autores han realizado un estudio retrospectivo de pacientes consecutivos con maculopatía asociada a la edad temprana (MAE) con drusas y cambios pigmentarios, degeneración macular asociada a la edad neovascular (DMAEn), coriorretinopatía serosa central (CSC) y vasculopatía polipoidea coroidea (VPC) para determinar el grosor coroideo por tomografía de coherencia óptica (OCT). También incluyeron un grupo control de pacientes con ojos sanos. Para la medición utilizaron un equipo de OCT de dominio espectral (OCT-1000, Topcon) de 840 nm de longitud de onda, resolución horizontal de ≤ 20µm y resolución axial de 5µm. Se realizaron scans lineales horizontales de 6 mm de longitud centrados en la fóvea de 1024 A-scans cada uno de ellos. El grosor coroideo se midió manualmente usando el compás desde la superficie externa de la línea hiperreflectiva correspondiente al epitelio pigmentario de la retina (EPR) a la superficie interna de la esclera. La medición se realizó en 5 puntos: centro de la fóvea, 500 µm temporal y nasal a la fóvea, y 1500 µm temporal y nasal a la fóvea. Las mediciones las realizaron dos observadores independientes experimentados que estaban enmascarados respecto al diagnóstico de los casos. Se analizaron 133 ojos de 133 pacientes, 37 con MAE, 24 con DMAEn, 31 con CSC, 12 con VPC y 29 ojos sanos. La edad fue el factor más fuertemente asociado al grosor coroideo en todos los puntos de medición, no así el sexo ni el error refractivo. La edad media de los pacientes del estudio fue de 59.7 años. La coroides resultó más gruesa a nivel foveal en ojos con VPC (319.92 ± 68.66 µm) y con CSC (367.81 ± 105.56 µm) que en los controles (241.97 ± 66.37 µm) y en los casos de MAE (186.62 ± 64.02 µm). Asimismo, estas diferencias de mayor grosor coroideo se observaron en los otros cuatro puntos de medida. Sin embargo, no se observaron diferencias significativas en el grosor coroideo entre los pacientes con DMAEn (226.46 ± 102.87 µm) y los pacientes de cualquier otro grupo.


Comentario:

La coroides juega un papel fundamental en la fisiopatología de las maculopatías. Sin embargo, resulta muy difícil estudiarla con las técnicas de imagen disponibles hasta el momento. La angiografía fluoresceínica apenas aporta información sobre la coroides y la angiografía con verde de indocianina aporta información frecuentemente confusa, aparte de ser una técnica cara y poco consolidada en nuestro medio. Los primeros equipos de OCT no ofrecían buena visualización por debajo del EPR, pero los actuales OCTs de dominio espectral de alta resolución sí que permiten un análisis cualitativo y cuantitativo de la coroides. El grosor coroideo es mayor en la fóvea que en otros puntos, cifrándose en un sujeto normal entre 250 µm y 300 µm. En casos de CSC la coroides puede ser mucho más gruesa (hasta 500 µm), hecho que se explica por el aumento de permeabilidad de la coriocapilar. En casos de VPC el grosor coroideo también se encuentra aumentado, dado que en esta patología se produce típicamente una dilatación de las arteriolas y vénulas de la coroides. Los autores del estudio no encontraron diferencias significativas en el grosor coroideo de los pacientes con DMAEn en comparación con los otros grupos, y lo atribuyen a que en la DMAEn el origen del proceso patológico está en el complejo EPR-membrana de Bruch y no en la coroides. No obstante, el tamaño muestral reducido no permite establecer conclusiones respecto a este subgrupo de pacientes. El artículo publicado es muy interesante y puede servir de base a futuros estudios. Muestra una tendencia clara, que debería confirmarse con mayores tamaños muestrales y que podría extenderse a otras patologías maculares. El grosor coroideo podría servir como factor pronóstico de ciertas enfermedades y como parámetro para valorar la respuesta a diversos tratamientos. De hecho, ya se ha visto que tras la terapia fotodinámica el grosor coroideo disminuye en pacientes con CSC. No obstante, debemos considerar otros factores como la edad y el error refractivo. Es conocido que con la edad se produce una disminución fisiológica del grosor de la coroides, y que la coroides de los altos miopes es mucho más delgada.

Conclusiones:

La coroides es la siguiente estructura a analizar en las enfermedades maculares gracias a los avances en los nuevos equipos de OCT.

Firma del autor:
Luis Arias Barquet. Profesor Asociado de la Universidad de Barcelona. Hospital Universitario de Bellvitge.​

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